Hoy ha sido un día muy completo. Y no ha comenzado nada mal
ya que un colectivo (nombre que usan acá para referirse al autobús de toda la
vida) pasaba cerca de casa y nos ha dejado en la mismísima Caminito, una de las
calles más populares de Buenos Aires, en el barrio de La Boca.
Aún más conocido que su nombre es su aspecto, con sus
características casas pintadas de vivos colores, al parecer porque a alguien se
le ocurrió la idea de utilizar la pintura sobrante de los barcos para darle una
nueva cara a las fachadas de las viviendas. Probablemente no se imaginaba el
éxito que tendría su iniciativa cuando años más tarde varias calles colindantes
propagaban esas tonalidades dando este resultado…
Como el lugar es muy turístico, han surgido negocios acordes
y puedes encontrar restaurantes con espectáculos de tango en vivo, puestos de
artesanías y personas disfrazadas con las que hacerte fotos, como imitadores de
Maradona o elegantes bailarines.
De regreso al centro, y tras comprar nuestros billetes de
autobús a San Antonio de Areco para nuestra inminente visita a este pueblo en
plena Fiesta de la Tradición, hemos emprendido una ruta para conocer algunos de
los puntos de interés sugeridos por nuestra inseparable guía de bolsillo:
edificios, locales, monumentos…
Sin embargo, siendo Buenos Aires una ciudad tan grande, no
es extraño encontrarse con sorpresas. La primera, un bullicio increíble en
plena Plaza de Mayo, celebrando la XXI Marcha del Orgullo. Un escenario,
manifiestos, carrozas con música y mucha gente con ganas de fiesta. La foto más
curiosa, por los tres personajes que intervienen en ella, es ésta…
La segunda, el rodaje de un spot publicitario en plena
avenida céntrica con el Obelisco al fondo. Hemos estado curioseando un rato por
allí pero el proceso es tan lento que nos hemos aburrido. Susana ha preguntado
a un extra qué estaban grabando y le ha contestado que un spot para X (nos ha
dicho la marca de refrescos, que aquí prefiero omitir).
Del centro, en nuestro plan de ruta teníamos previsto un
paseo que incluyera lugares clásicos, edificios o locales con solera. Hemos
visitado, algunos desde fuera otros llegando a entrar, el café Tortoni, la
confitería del Molino, la avenida Corrientes y sus teatros, la heladería
Cadore, la farmacia La Estrella, que es una de las más antiguas, etc. También
hemos visto una réplica de El Pensador de Rodin en pleno jardín.
Por cierto, en la heladería Cadore nos hemos tomado sendos
cucuruchos riquísimos. Nos ha llamado la atención que esta heladería no muestra
los helados ya que los tienen en recipientes opacos totalmente cerrados. Tienes
pues que elegir por nombre de sabor, dejándote llevar por la intuición más que
por el aspecto.
En la avenida Corrientes no nos hemos resistido a la
tentación de acudir a algún evento teatral. De manera algo apresurada, buscando
espectáculos para echarnos unas risas, que se ajustaran más o menos a nuestro
horario y nuestro bolsillo, hemos terminado adquiriendo un par de entradas para
una obra que era medio teatro medio monólogo. Dos comediantes discuten sobre
las profecías de diciembre de 2012 y en torno a ese tema giran montones de
reflexiones graciosas. El precio de las entradas es bastante económico y la oferta es amplísima. Creo que esta avenida sería uno de mis sitios preferidos para salir de noche si viviera aquí.
A la salida, ya de noche, y aprovechando que hoy ha sido la
Noche de los Museos, hemos dado un último paseo por las abarrotadas calles del
centro. La Noche de los Museos es una jornada especial en la que los museos y
otros locales de interés cultural abren en horarios excepcionales y
gratuitamente. Por los que hemos pasado nosotros estaban muy concurridos,
algunos incluso con largas colas para entrar. Lo más interesante ha sido vivir
la noche bonaerense en todo su esplendor, es decir, en fin de semana, con un
evento muy particular, sus luces, ruidos y serpientes de coches y personas por
las calles.
No quiero dejar de comentar un último e interesante detalle
sobre la ciudad: tanto esta noche como en otras ocasiones, hemos encontrado
muestras de arte callejero con mucha frecuencia. En particular, hoy me he
fijado en unas pintadas antibelicistas que han hecho en negro sobre el blanco
de los pasos de peatones. Interrumpir la marcha para leer y fotografiar una de
estas muestras artísticas es una auténtica delicia, especialmente las más
elaboradas, ya que algunas son simplemente texto escrito a pulso con espray.
Luismi
Hola! Aunque voy casi sin tiempo para ponerlos comentarios os he seguido casi casi a diario!!! Un beso desde SYdney!!!
ResponderEliminarUna monedita pal bondi!
ResponderEliminarOtro pa ti, Ale. Que te lo pases muy bien por las antípodas!
ResponderEliminarHola Luismi, el sitio al que habeis ido a ver la obra de teatro se llama Paseo La Plaza, en Av Corrientes? No hace mucho estuve por ahi viendo una obra de una conocida. Besos.
ResponderEliminar¡Hola, Paula!
EliminarSí, se llama así, tiene un montón de salas, nosotros fuimos a una pequeña. El sitio es muy chulo con terrazas al aire libre y bares con música y monólogos en directo.
Nos quedamos con ganas de más Av. Corrientes ;-)
Besos.